ENTREVISTA 25: CRISTINA RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ
Cuando salió a la luz esta entrevista, eran veintidós los socios o socias que ya habían pasado por un espacio que pretendía, y pretende, divulgar las bondades humanas; ¡que las hay, se lo podemos asegurar! De todas esas personas que nos acompañaron hemos aprendido mucho, y con todas nos hemos enriquecido interiormente porque todas nos han transmitido emociones. Y por todas ellas seguiremos adelante hasta que por aquí pasen las que voluntariamente lo deseen. Grandes personas, como Cristina, la mujer luchadora que nos visitó entonces. Una buena amiga con la que siempre tuvimos inmensas ganas de charlar. Vicisitudes de la vida nos obligaron a perderle de vista durante un corto período de tiempo, pero ella nunca se olvidó de su club, ni el club se olvidó de ella. De regreso y con ilusiones renovadas, nos habló de sus recuerdos y de algún que otro proyecto futuro. También de un nuevo mundo que gira en torno a su retoño que va creciendo, y que le ha cambiado la vida. Sin embargo, lo que no ha cambiado en ella es la sencillez y la bondad que siempre la ha caracterizado.
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1- Cristina, muchas gracias por haber accedido a participar en este espacio. Creemos que ya es hora de que se haga justicia y los socios que aún no tienen el privilegio de conocerte sepan algo de ti. ¿Recuerdas con exactitud el año en que te afiliaste a nuestro club, y que fue lo que te empujó a hacerlo?
-Pues primero que nada quería darte las gracias por invitarme para responder a esta entrevista y agradecer la confianza que depositáis en mi. Hablando del día en que me afilié, creo que fue a finales de junio del 2012, casi terminando el curso. Y la persona que me habló y me animó a meterme en los Trotadunas, y a la cual tengo que agradecerle el haberla conocido, fue mi compañera de trabajo: Leticia.
2- Antaño tu presencia era muy habitual en las carreras, participando en ellas o apoyando a tus compañeros, pero de un tiempo a esta parte, y debido a compromisos familiares y laborales, te prodigas menos. ¡En el club se te echa de menos! ¿Para cuándo tú regreso definitivo? ¿O el cuidado de tu retoño aún no te lo permite del todo?
-Buena pregunta, Antonio, la verdad es que yo también echo mucho de menos a la gran familia que son todos los trotadunas y a los cuales tengo que agradecer mucho. Pero aunque no nos veamos tanto últimamente, yo siempre les tendré muy cerca, pues les tengo mucho aprecio. Y, ya que por fin estoy de nuevo asentada en la isla, espero que sea en breve mi vuelta.
3- ¿Recuerdas alguna prueba, ya con el club, que se te haya quedado grabada como un recuerdo imborrable por lo bien que lo pasaste?
-Claro, tengo muchas carreras que para mí no se me olvidaran nunca. Pero quizás la que más me acuerdo fue “El quintillo” de las dunas de Corralejo, puesto que fue la primera carrera oficial en la que participé. ¡Y no veas lo que me costó!... Pero al final, después de tanto sufrimiento, vino la recompensa: al entrar en la meta y sentir todos los ánimos de mis compañeros.
4- Entonces teníamos bastante claro que no solo del correr se conforma el espíritu de un club. Planificábamos trimestralmente la organización de asaderos, y a los cuales, sin excepción, estaban invitados todos los socios que quisiesen participar. Cada quince días allá que nos íbamos turnando de lugar: unas veces a Felipito, otras a Las Salinas, o, cuando tocaba, por las distintas casas de los socios que se habían ofrecido. Que recuerde, estuvimos en la de Raúl, la de Gregorio, de Lorenzo y Bienvenida, la de Waldemar, y alguna más. Y también en la tuya, como no podía ser menos. Esa sana costumbre, que tanto nos ha unido, infelizmente se fue perdiendo y hoy es solo un bonito recuerdo, que deberíamos rescatar. ¿Alguna anécdota graciosa de aquella parranda llena de música y buen humor que organizaste en tu casa?
-Pues la verdad es que si hay que volver a retomar esos asaderos y esos cantares que teníamos todos. Son muy buenos recuerdos que siempre mantendré conmigo. Y sí, claro que tengo muy buenos recuerdos de ese asadero que organizamos en las parcelas. Hay muchas anécdotas, una de las cuales fue cuando llegaron todos. En un momento organizaron el karaoke y se pusieron a cantar. Empezó la fiesta y duró hasta las tantas…
5- Dicen que la vida es como una carrera de fondo, y que solo el que resiste llega a la meta ¿Cuál fue la situación más difícil que tuviste que afrontar durante una carrera? ¿Y en la vida fuera del atletismo?
- Tienes toda la razón en eso, y cada vez que uno alcanza la meta es un logro fantástico. Y si te soy sincera para mí llegar a la meta en cada carrera ya era un logro muy grande. Quizás una de las que más me costó fue la de los 10 km de Las Palmas (por verme rodeada de tanta gente a la vez). En cuanto a la vida en general son tantas las carreras que he tenido que afrontar que cada vez que llego a mi meta, más fuerte me hago.
6- Conocemos tus enormes virtudes como atleta y también las que hacen que seas la excelente persona que eres. Pero, y pese a tu modestia, nos gustaría que tú misma dijeses cual o cuales son las que más te caracterizan.
- Siempre es difícil describirse a uno mismo, pero quizás una de las cosas que me caracteriza es que me gusta ayudar a las personas en todo lo que pueda.
7- ¿Cómo ves tu vida dentro de veinte años? ¿Seguirá existiendo el Trotadunas?
-Pues no sé dónde estaré en 20 años, pero lo que si espero es que sea junto a la gran familia de los Trotadunas.
8- Voy asumir el papel de pesimista y te sitúo en lo peor. Es decir, imagina que para entonces ya no existe nuestro querido club, ¿qué batallitas le contarás entonces a tus nietos sobre lo que has vivido?
- ¡Pues espero que no llegue nunca ese día, o que si llega sea muy tarde! Pero si llegara el caso tengo claro que solo hablaría maravillas de este club que tanto me ayudó y con el que tan buenos recuerdos compartí con su gente. Cada vez que viera las fotos, estas me harían revivir todos esos tiempos tan felices que viví junto a los trotadunas.
9- Háblanos de una o varias personas que influyeron positivamente en tu vida para que esta fuese todo lo hermosa que puede llegar a ser.
-Ante todo y principalmente, a las personas que tengo que agradecer es a mis padres, que, aunque por circunstancia de la vida se fueron muy pronto, me educaron y me enseñaron a ser la persona que soy ahora. Y en la familia de los trotadunas tengo que agradecerles a todos los que me apoyaron y me dieron ánimos. A todos los que creyeron en mí. ¡Muchas gracias por todo, chicos!
10- En el pasado suelen quedar atrapados algunos de nuestros recuerdos más gratos ¿Cómo fue tu infancia?
- En cuanto a mi infancia he de decirte que en verdad tuve la suerte de tener una infancia buena. Prácticamente fui feliz de niña.
11- ¿Cuál es tu mayor temor?
- ¡Buena pregunta! En la vida siempre se tienen muchos miedos y temores, pero quizás ahora, que soy madre, mi gran temor es que le pueda pasar algo a mi hijo.
12- Háblanos de un bonito rincón de esta isla (no lo pronuncies muy alto, para evitar una masificación que lo estropearía), desconocido para la gran mayoría pero que no deberíamos dejar de visitar alguna vez.
-Para mí hay un sitio del que guardo muy buenos recuerdos, por las acampadas que hacía allí con mi familia cuando era pequeña: es Jarugo. ¡Es un lugar mágico de la isla!...
13- ¿Qué pides para Fuerteventura, de forma que como mínimo nuestros hijos la puedan seguir disfrutando tal como nosotros la hemos conocido?
- Que siga siendo la isla salvaje y virgen que es, y que las construcciones no la sigan estropeando.
14- Recuerdo algunas carreras en las que coincidimos, una de ellas la media maratón de Madrid, por ejemplo. ¿Hay alguna prueba fuera de Canarias a la que cuando puedas piensas acudir?
- Fuera de las isla solo fui a la de Madrid y, al final, recuerda que ni la corrí. A esa si que algún día quiero volver, ir y poder participar.
15- ¡Pues esto se nos pasó volando, Cristina! Te dejo el espacio de la última para que le interrogues a la vida, contestes si crees conveniente, reflexiones o simplemente digas lo que te venga en gana.
- La verdad es que si, al final se me ha hecho corta hasta a mí, jajaja... Ante todo, Antonio, darte las gracias por la oportunidad que me has brindado de poder expresarme en esta entrevista. Y también agradecer a todos lo trotas, esas personas tan maravillosas con la que he tenido la suerte de pasar muchos ratos de alegría y mucho tiempo de mi vida. Y que espero sean muchos más…
¡Gracias por estar ahí!
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Cristina es como uno de esos hogares tranquilos, donde solo reina la paz y la concordia, y donde la felicidad es completa. Pero para llegar a ese estado ya la vida le ha puesto demasiadas pruebas, suficientes trabas, solo que de todas ellas ha sabido salirse airosa. Su objetivo siempre fue cruzar la meta sin desfallecer, sin estridencias y sin importarle que otros lleguen antes que ella. Porque ella siempre ha tenido su propio ritmo, el mismo que ahora la lleva a ir por la vida con nuevos bríos, pensando en cómo darle una vida mejor, un buen futuro, a ese hijo que va creciendo en un entorno de amor. De ella siempre nos ha impresionado esa fuerza tranquila, la misma que nos hacía sentir que todo iba a salir bien por muchos kilómetros que quedasen por delante o por muy duras que fuesen las cuestas o de lo empinado que se hubiera vuelto el camino. Por el trato y la convivencia se conocen a las personas extraordinarias, y de ella solo podemos decir cosas buenas, ya que con su ejemplo le ha regalado al club muchos días maravillosos, que lo han ido enriqueciendo y nos han enriquecido a todos nosotros. Porque fue partiendo de su individualidad, y de la de cada una de los demás, como se ha forjado la leyenda de este maravilloso club. Un club que con todo merecimiento se ha ganado un respeto, precisamente porque lo conforman personas como ella…
¡Gracias, Cristina!
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1- Cristina, muchas gracias por haber accedido a participar en este espacio. Creemos que ya es hora de que se haga justicia y los socios que aún no tienen el privilegio de conocerte sepan algo de ti. ¿Recuerdas con exactitud el año en que te afiliaste a nuestro club, y que fue lo que te empujó a hacerlo?
-Pues primero que nada quería darte las gracias por invitarme para responder a esta entrevista y agradecer la confianza que depositáis en mi. Hablando del día en que me afilié, creo que fue a finales de junio del 2012, casi terminando el curso. Y la persona que me habló y me animó a meterme en los Trotadunas, y a la cual tengo que agradecerle el haberla conocido, fue mi compañera de trabajo: Leticia.
2- Antaño tu presencia era muy habitual en las carreras, participando en ellas o apoyando a tus compañeros, pero de un tiempo a esta parte, y debido a compromisos familiares y laborales, te prodigas menos. ¡En el club se te echa de menos! ¿Para cuándo tú regreso definitivo? ¿O el cuidado de tu retoño aún no te lo permite del todo?
-Buena pregunta, Antonio, la verdad es que yo también echo mucho de menos a la gran familia que son todos los trotadunas y a los cuales tengo que agradecer mucho. Pero aunque no nos veamos tanto últimamente, yo siempre les tendré muy cerca, pues les tengo mucho aprecio. Y, ya que por fin estoy de nuevo asentada en la isla, espero que sea en breve mi vuelta.
3- ¿Recuerdas alguna prueba, ya con el club, que se te haya quedado grabada como un recuerdo imborrable por lo bien que lo pasaste?
-Claro, tengo muchas carreras que para mí no se me olvidaran nunca. Pero quizás la que más me acuerdo fue “El quintillo” de las dunas de Corralejo, puesto que fue la primera carrera oficial en la que participé. ¡Y no veas lo que me costó!... Pero al final, después de tanto sufrimiento, vino la recompensa: al entrar en la meta y sentir todos los ánimos de mis compañeros.
4- Entonces teníamos bastante claro que no solo del correr se conforma el espíritu de un club. Planificábamos trimestralmente la organización de asaderos, y a los cuales, sin excepción, estaban invitados todos los socios que quisiesen participar. Cada quince días allá que nos íbamos turnando de lugar: unas veces a Felipito, otras a Las Salinas, o, cuando tocaba, por las distintas casas de los socios que se habían ofrecido. Que recuerde, estuvimos en la de Raúl, la de Gregorio, de Lorenzo y Bienvenida, la de Waldemar, y alguna más. Y también en la tuya, como no podía ser menos. Esa sana costumbre, que tanto nos ha unido, infelizmente se fue perdiendo y hoy es solo un bonito recuerdo, que deberíamos rescatar. ¿Alguna anécdota graciosa de aquella parranda llena de música y buen humor que organizaste en tu casa?
-Pues la verdad es que si hay que volver a retomar esos asaderos y esos cantares que teníamos todos. Son muy buenos recuerdos que siempre mantendré conmigo. Y sí, claro que tengo muy buenos recuerdos de ese asadero que organizamos en las parcelas. Hay muchas anécdotas, una de las cuales fue cuando llegaron todos. En un momento organizaron el karaoke y se pusieron a cantar. Empezó la fiesta y duró hasta las tantas…
5- Dicen que la vida es como una carrera de fondo, y que solo el que resiste llega a la meta ¿Cuál fue la situación más difícil que tuviste que afrontar durante una carrera? ¿Y en la vida fuera del atletismo?
- Tienes toda la razón en eso, y cada vez que uno alcanza la meta es un logro fantástico. Y si te soy sincera para mí llegar a la meta en cada carrera ya era un logro muy grande. Quizás una de las que más me costó fue la de los 10 km de Las Palmas (por verme rodeada de tanta gente a la vez). En cuanto a la vida en general son tantas las carreras que he tenido que afrontar que cada vez que llego a mi meta, más fuerte me hago.
6- Conocemos tus enormes virtudes como atleta y también las que hacen que seas la excelente persona que eres. Pero, y pese a tu modestia, nos gustaría que tú misma dijeses cual o cuales son las que más te caracterizan.
- Siempre es difícil describirse a uno mismo, pero quizás una de las cosas que me caracteriza es que me gusta ayudar a las personas en todo lo que pueda.
7- ¿Cómo ves tu vida dentro de veinte años? ¿Seguirá existiendo el Trotadunas?
-Pues no sé dónde estaré en 20 años, pero lo que si espero es que sea junto a la gran familia de los Trotadunas.
8- Voy asumir el papel de pesimista y te sitúo en lo peor. Es decir, imagina que para entonces ya no existe nuestro querido club, ¿qué batallitas le contarás entonces a tus nietos sobre lo que has vivido?
- ¡Pues espero que no llegue nunca ese día, o que si llega sea muy tarde! Pero si llegara el caso tengo claro que solo hablaría maravillas de este club que tanto me ayudó y con el que tan buenos recuerdos compartí con su gente. Cada vez que viera las fotos, estas me harían revivir todos esos tiempos tan felices que viví junto a los trotadunas.
9- Háblanos de una o varias personas que influyeron positivamente en tu vida para que esta fuese todo lo hermosa que puede llegar a ser.
-Ante todo y principalmente, a las personas que tengo que agradecer es a mis padres, que, aunque por circunstancia de la vida se fueron muy pronto, me educaron y me enseñaron a ser la persona que soy ahora. Y en la familia de los trotadunas tengo que agradecerles a todos los que me apoyaron y me dieron ánimos. A todos los que creyeron en mí. ¡Muchas gracias por todo, chicos!
10- En el pasado suelen quedar atrapados algunos de nuestros recuerdos más gratos ¿Cómo fue tu infancia?
- En cuanto a mi infancia he de decirte que en verdad tuve la suerte de tener una infancia buena. Prácticamente fui feliz de niña.
11- ¿Cuál es tu mayor temor?
- ¡Buena pregunta! En la vida siempre se tienen muchos miedos y temores, pero quizás ahora, que soy madre, mi gran temor es que le pueda pasar algo a mi hijo.
12- Háblanos de un bonito rincón de esta isla (no lo pronuncies muy alto, para evitar una masificación que lo estropearía), desconocido para la gran mayoría pero que no deberíamos dejar de visitar alguna vez.
-Para mí hay un sitio del que guardo muy buenos recuerdos, por las acampadas que hacía allí con mi familia cuando era pequeña: es Jarugo. ¡Es un lugar mágico de la isla!...
13- ¿Qué pides para Fuerteventura, de forma que como mínimo nuestros hijos la puedan seguir disfrutando tal como nosotros la hemos conocido?
- Que siga siendo la isla salvaje y virgen que es, y que las construcciones no la sigan estropeando.
14- Recuerdo algunas carreras en las que coincidimos, una de ellas la media maratón de Madrid, por ejemplo. ¿Hay alguna prueba fuera de Canarias a la que cuando puedas piensas acudir?
- Fuera de las isla solo fui a la de Madrid y, al final, recuerda que ni la corrí. A esa si que algún día quiero volver, ir y poder participar.
15- ¡Pues esto se nos pasó volando, Cristina! Te dejo el espacio de la última para que le interrogues a la vida, contestes si crees conveniente, reflexiones o simplemente digas lo que te venga en gana.
- La verdad es que si, al final se me ha hecho corta hasta a mí, jajaja... Ante todo, Antonio, darte las gracias por la oportunidad que me has brindado de poder expresarme en esta entrevista. Y también agradecer a todos lo trotas, esas personas tan maravillosas con la que he tenido la suerte de pasar muchos ratos de alegría y mucho tiempo de mi vida. Y que espero sean muchos más…
¡Gracias por estar ahí!
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Cristina es como uno de esos hogares tranquilos, donde solo reina la paz y la concordia, y donde la felicidad es completa. Pero para llegar a ese estado ya la vida le ha puesto demasiadas pruebas, suficientes trabas, solo que de todas ellas ha sabido salirse airosa. Su objetivo siempre fue cruzar la meta sin desfallecer, sin estridencias y sin importarle que otros lleguen antes que ella. Porque ella siempre ha tenido su propio ritmo, el mismo que ahora la lleva a ir por la vida con nuevos bríos, pensando en cómo darle una vida mejor, un buen futuro, a ese hijo que va creciendo en un entorno de amor. De ella siempre nos ha impresionado esa fuerza tranquila, la misma que nos hacía sentir que todo iba a salir bien por muchos kilómetros que quedasen por delante o por muy duras que fuesen las cuestas o de lo empinado que se hubiera vuelto el camino. Por el trato y la convivencia se conocen a las personas extraordinarias, y de ella solo podemos decir cosas buenas, ya que con su ejemplo le ha regalado al club muchos días maravillosos, que lo han ido enriqueciendo y nos han enriquecido a todos nosotros. Porque fue partiendo de su individualidad, y de la de cada una de los demás, como se ha forjado la leyenda de este maravilloso club. Un club que con todo merecimiento se ha ganado un respeto, precisamente porque lo conforman personas como ella…
¡Gracias, Cristina!
