Lo bueno de estas entrevistas, además de dar a conocer a sus protagonistas, es lo que aprendes de ellas. Y como a Licia, la mujer que hoy entrevistamos, la hemos visto emocionarse hasta las lágrimas con un vídeo donde aparecían sus queridos trotadunas, creemos que también nos enseñará a como adentrarnos en el misterio que encierran esas emociones tan profundas. Una sensibilidad que no le impide (o quizá precisamente porque le sobra) ser una mujer reivindicativa y considerablemente colaboradora: la primera que se ofrece cuando se necesita echar una mano para cualquier tarea en el club, o la primera que te felicita en los buenos momentos. Pero que tampoco te olvida en los malos...
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1- Licia, creemos que eres una persona con una sensibilidad extraordinaria, muy visible a flor de piel. Tanto que hasta te hemos visto emocionada, y casi al borde de las lágrimas, durante la última fiesta/aniversario que celebraba el Club Deportivo Trotadunas, y, sobre todo, cuando proyectamos nuestro vídeo. ¿Qué significó para ti vivir esa importante efeméride?
- ¡Fue algo mágico! Era como saber que formo parte de algo muy importante. Y no solo por el hecho de que hagamos deporte, sino también por la solidaridad, por el compromiso, por la amistad… Un sinfín de adjetivos que creo que si los nombrara a todos no terminaría nunca, jajaja.
2- ¿Cuáles son tus puntos de vista sobre el Trotadunas? Cosas positivas y también negativas si las hubiera. Aprovecha ahora para propagarlas a los cuatro vientos, pues creo que se nos lee hasta en Japón. Bueno, ya nos gustaría… Pero con que nos lean los trotadunas ya nos conformamos…
-Mis puntos de vista sobre el club son siempre positivas, mírelo por donde lo mire. No solo somos un club, también somos una gran FAMILIA. Claro, con sus más y sus menos, como en todas las familias, pero siempre juntos.
3- ¿Desde qué edad te entró el gusanillo por las carreras y porque recalaste finalmente en el Trotadunas, el equipo de nuestros amores?
- Pues el gusanillo lo tengo desde pequeña. Ya entonces hacia competiciones escolares (y aunque parezca mentira, era buena), pero con el tiempo y por distintas circunstancias de la vida me aparté del deporte. Y entré en el club por nuestra querida Ana Sendin. Fue ella quien me animó. Y aquí estoy, jajaja...
4- Explícanos cuál ha sido tu mayor logro con el club, o simplemente, en qué carrera te has sentido más realizada como corredora.
-La carrera que más me gustó, y la que más me motivó, fue la nuestra. Entrené mucho antes de la carrera y obtuve un buen resultado…
5- ¿Cuáles dirías que son los dos desafíos considerables que aún tienes pendientes en tu vida? Preferiblemente a nivel deportivo, pero si lo prefieres también pueden ser personales.
- Pues, querido Antonio, siento decepcionarte, pero no tengo ningún desafío en particular. Simplemente me gusta correr, con eso ya me siento realizada. Corro para disfrutar, aunque lógicamente siempre cae alguna carrera que otra, cuando tengo disponibilidad de tiempo o cuando mis compromisos familiares y laborales me lo permiten…
6- Eres una persona muy solidaria y lo demuestras diariamente involucrándote y preocupándote por el bienestar de tus conciudadanos. O, ya en un plano más cercano, ofreciéndote siempre como voluntaria cuando es necesario colaborar en cualquier evento del club. ¿Esa faceta nació contigo o la fuiste adquiriendo con el paso de los años?
- Pues no te podría decir cuando surgió, ya que siempre me gustó participar y colaborar en todo lo que podía y, sobre todo, si se trata de mejorar la vida de los demás. Surge naturalmente y lo hago sin dudarlo, y casi sin pensarlo.
7- También sueles afirmar que el mundo en general está invadido por una enorme insensibilidad colectiva, tan palpable que no es necesario irse lejos, a África o cualquier otro continente, para percibirla. Que también aquí siguen existiendo enormes injusticias sociales, donde también es posible encontrar personas que no pueden acceder a lo que necesitan para disfrutar de una vida digna ¿Qué fue lo último que observaste que te ha remordido la consciencia?
- Este tema me encoje el corazón… Yo sé y soy consciente que nuestro deber es ayudar a todo el mundo en general. Cualquier persona y en cualquier parte del mundo. Pero ayudar a personas que están a miles de kilómetros cuando debajo de tu casa están durmiendo en la calle, siento decirlo, pero no puedo con ello. No hace ni un mes le di una manta y una bufanda a una señora en silla de ruedas que estaba durmiendo en un portal y muerta de fría. Sinceramente, esa noche yo no dormí pensando en la vida de esa mujer y de muchos otros más que están en las mismas condiciones que ella. Y eso no estaba pasando a miles de kilómetros (que también pasa e inclusive cosas peores), sino aquí mismo muy cerca de mi casa y sin necesidad de irnos tan lejos. Yo aprovecho este medio para pedir también más conciencia hacia los que tenemos a nuestro lado. Gracias.
8- A tu carácter solidario se une otro aspecto muy característico en ti: la de aventurera empedernida. El que te llevó, con tan solo 18 años, a viajar sola a Lanzarote, la primera isla canaria donde recalaste. Formar una familia o el nacimiento de los hijos supone en cierta forma plantearse la vida de forma distinta, quizá más sosegada. ¿Qué queda aún de aquella joven aventurera?
- Jajaja. ¡Ay Antonio!… aún está ahí , esperando a que la deje salir otra vez...
9- ¿Y porque elegiste finalmente Fuerteventura para quedarte a vivir?
-Mi hermana ya vivía aquí, y yo, como muchos, en un principio vine solo para trabajar durante un tiempo. Pero ya sabes lo que suele pasar, me enamore de esta preciosa isla que nos da tanto y de la que quiero seguir disfrutando por muchos años...
10- ¿Hay algún referente en el que te hayas mirado o ya desde niña tenías muy claro que rumbo debías seguir en la vida?
-La verdad es que nunca tuve un referente, simplemente vivo y dejo vivir (ese es mi lema). E intento disfrutar de la vida con toda la intensidad posible…
11- ¿Qué es lo que aun echas de menos de tu Vigo natal y que es lo que más aprecias de esta Fuerteventura que nos ha acogido con los brazos abiertos?
-Lo que más echo de menos es la familia, por supuesto, ya que todo lo demás, gracias a Dios, lo tengo aquí. De mi isla ¿qué te puedo decir?, pues que estoy enamorada de ella...
12- Igual te pongo en un apuro, pero para que sepamos más de tus gustos culinarios, háblanos de algún plato gallego y otro canario que sean tus preferidos. Y para los que coleccionamos recetas e intentamos ponerlas en práctica, dinos como se prepara tu receta favorita.
-Antonio, ¡esta preguntita!... La verdad, no tengo ni idea, jajajaja… Como ya sabes, soy vegetariana…
13- Nuestra primera visión del mundo, aquellos primeros pasos, la familia y, en definitiva, nuestras raíces, siempre estarán ahí en nuestros recuerdos y suelen viajar con nosotros en nuestra maleta. ¿Cómo describirías tu infancia en general?
- Mi infancia fue genial, de las de antes, de salir a la calle jugar con los amigos. El trompo, policías y ladrones, patines, muñecas, bailes .... El disfruté como nadie, jajaja.
14- Además de todas las características notables que conforman tu personalidad, háblanos de cuál crees que es tu mayor fortaleza como persona.
-Ser madre. Y, como toda madre, la fortaleza que te pueden dar unos hijos para sacarlos adelante…
15- Aquí nacerá la respuesta a una pregunta que aún no existe. Te la concedo para que la elabores tu misma. Reflexiona y piensa en algún interrogante que nunca te hayas planteado hasta hoy, o quizá lo que nunca te hayas atrevido a preguntar. Es tu tiempo…
-No tengo ninguna pregunta más, simplemente decir que soy una persona muy sencilla, e que intento dentro de mis capacidades ayudar lo máximo posible y sobre todo luchar día a día. Gracias a todos por esta oportunidad y, sobre todo, a ti Antonio que siempre te tenemos ahí para todo.
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Así terminó nuestra charla con una mujer luchadora, cuya fortaleza actual le proviene del mismo hecho de ser madre. En su mirada limpia se percibe a la niña feliz y traviesa, con infancia de las de antes como ella misma nos recuerda, pero también a la mujer de hoy que huye de la indolencia para que no se apaguen sus emociones. Por eso aún hoy se siente capaz de revivir en cualquier momento aquellas aventuras de juventud que la llevaron a conocer mundo desde una edad muy temprana, pero que no le impidieron echar raíces profundas en una isla mágica del Atlántico, a la que ya siempre regresará vaya a donde vaya. Preocupada por una sociedad justa y equitativa, su lucha empieza por su entorno, aunque eso no le suene muy bien a algunos. Pero ella es así, denuncia las situaciones injustas que ve y las que percibe, o las que puede solucionar sobre la marcha, sin necesidad de que le induzcan a ello. Una mujer que vive desde el corazón y cuya sensibilidad se percibe y aflora en esas mismas lágrimas que hace unos instantes volvieron a resurgir en sus ojos cuando que le recordé el episodio del vídeo del Trotadunas.
¡Gracias, Licia!