ENTREVISTA 8: DIANA GAMALLO PEREIRA
Que nadie se lleve a engaño cuando la vean caminar por la peatonal “Primero de Mayo”, porque nuestra protagonista con esa misma seguridad con la que avanza ajena a las miradas embelesadas que provoca su feminidad, al instante siguiente ya se podrá estar calzando unas recias botas militares para cumplir con su deber. Perteneciente a la numerosa estirpe de bellas guerreras que afortunadamente recalaron en el club, su sola presencia ya lo engrandece día a día. Nacida en la tierra del Apóstol, muy pronto se dejó subyugar por la magia de la Maxorata y aquí reside desde el cambio del milenio que nos ha tocado vivir. Majorera de adopción y corazón dividido, confiesa que nunca le gustó correr, aunque viéndola ahora eso pueda sonar a inverosímil. Porque esa su aversión terminó justo cuando por necesidades del guion (el que nos marca el destino, y en su caso concreto unas oposiciones a alférez en el ejército), se vio en la necesidad de empezar a trotar y a prepararse físicamente. Y tanto corrió que hasta le fue cogiendo gustillo. Allá por el 2007 (en la academia de guardias, otro cambio importante en el guion de su vida), se lo tomó aún más en serio. Y hasta tal punto que empezó a competir en pruebas de campo a través y con excelentes resultados. Con antecedentes tan interesantes, seguro que estarán impacientes por conocer un poco más a Diana Gamallo.
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1. Diana, bienvenida a tu espacio. Viendo lo que entrenas y corres actualmente, hay que ver las vueltas que puede dar la vida. Sobre todo si pensamos que hubo una época en que hacerlo no te hacía ni pizca de gracia. Háblanos del momento o del período en que sucedió en ti ese cambio de actitud y que fue lo que lo motivó.
-¡Hola, buenas a todos! Es cierto que ahora entreno más pero, y nuestro míster lo sabe bien, no todo lo que debería o todo lo que quisiera para afrontar mis aspiraciones deportivas. Éste más bien ha sido un año regular, sobre todo debido a problemas de salud. Pero, como sucede con todo en la vida, ya vendrán épocas mejores. Es cierto que en mis inicios, y no me avergüenza decirlo, yo odiaba el atletismo. De hecho me inicié más por necesidad que por cualquier otro motivo. Fue cuando tuve que pasar las pruebas físicas necesarias para la convocatoria al Ejército de Tierra, pruebas que por cierto después superé sin mayores dificultades. Ya en el Ejército nos obligaban a correr todos los días por la mañana, y ahí comencé a cogerle el gustillo, hasta tal punto que decidí competir a nivel militar. De no gustarme nada en mis principios, pasamos a otra época en la que disfrutaba entrenando, e inclusive llegué a obsesionarme con las competiciones…
2. Dicen que fue de tus contactos laborales con viejas glorias del Trotadunas donde surgió tu decisión final de afiliarte al club. Es cierto que algunos pueden llegar a ser muy persuasivos. Pero actualmente hay por ahí unos cuantos que se atribuyen la “paternidad” de lo sucedido. ¿En realidad quién fue el verdadero “culpable”, en el mejor de los sentidos, de que tú vistas nuestra camiseta?
-Considero que no existen “culpables”, como dices, sino más bien personas que a sabiendas de mi trayectoria deportiva, a nivel militar o particular, me informaron de la posibilidad de pertenecer a este gran Club. Sobre todo, debo agradecer de este hecho a Félix, el compañero que me fue persuadiendo hasta que tomé la decisión definitiva. Gracias a él estoy viviendo esta experiencia maravillosa, y que ojalá dure muchos años…
3. Y ya que hablamos del club, ¿qué es lo que aporta el Trotadunas a tú vida?
-Llevo, de este año de entrenamiento en el club, un gran logro personal, como es el conocer a tanta gente agradable, sana y dispuesta siempre a animarte. El club me aporta tardes de risas y superaciones. He hecho muy buenos amigos y no me gustaría destacar a uno más que otro, pero en particular quiero agradecerle a Raúl su apoyo y su amistad. ¡Es un tipo genial!
4. No sé si recuerdas con exactitud todas las carreras de campo a través que hiciste en el pasado, pero ¿nos podrías hablar de alguna anécdota divertida que no hayas podido olvidar?
-Quizás resaltaría una anécdota muy divertida, aunque entonces no me hizo mucha gracia. Fue de mi primer trofeo de campo a través como primera clasificada de féminas a nivel militar. Resulta que a la hora de la entrega de trofeos no pude recoger el mío porque mi brigada, hombre incrédulo que no confiaba en mis posibilidades reales, me dejó dando entrada a oficios, mientras otra compañera a escasos metros de mi oficina me hacía el favor de recoger mi galardón. En fin... ¡y como para reclamar! En primer tiempo de saludo y “a la orden”... (risas).
5. Tu hija mayor parece querer seguir tus pasos deportivos. ¿Qué recomendarías a todos los jóvenes que como ella prácticamente se están iniciando ahora en el atletismo o en cualquier otro deporte?
-Mi hija Gema, ¡uno de mis dos tesoros!.. Es innato en ella el atletismo, pues tuvo la oportunidad de elegir deporte y éste fue el que le llenó. Evidentemente dice mucho que su padre y su madre lleven media vida practicándolo, lo ha mamado desde niña. Pero bueno a ella le encanta y tiene cualidades para ello. Considero y recomiendo que el deporte que se practique se haga con verdadera pasión, y sin imposiciones, y esto lo deberían tener en cuenta los padres, sobre todo. Debe ser esa brisa de aire fresco que les aporte bienestar y satisfacción.
6. En estos momentos de tu vida, ¿qué es lo que te hace más feliz?
-Mi mayor dicha en esta vida son mis dos hijos, y nada me hace más feliz que su existencia y el hecho de poder compartir con ellos la dicha de la vida. Ser madre es lo que más me llena y lo más maravilloso que me ha pasado.
7. Hay quien afirma que para tomar decisiones trascendentales en determinados momentos de la vida hay que poseer un carácter muy especial. Otros, por el contrario, dicen que es cada nuevo reto que te pone la vida quien te ayuda a edificar tu fuerza y tu carácter. No sé con cuál de las dos estás de acuerdo, pero en tu caso ¿cuál fue la decisión más difícil que has tenido que tomar en tu vida?
-La decisión más dura, y que me ha exigido mayor sacrificio, fue tener que dejar durante seis meses a mi hija Gema, por aquél entonces con una edad de diez meses. Sucedió cuando tuve que ingresar en la academia de la Guardia Civil de Baeza (Jaén). Fue horrible, muy difícil sobrellevar el día a día sin poder verla. Solo la esperanza y la certeza de que lo hacía por nuestro bienestar futuro me permitieron resistir y superar ese momento tan difícil.
8. Hablando de la amistad, ¿has sido, para los demás, la amiga que te hubiera gustado tener?
-Me considero una persona muy empática, y me gusta tratar a las demás personas como me gustaría que me trataran a mí. Si en algún momento le he fallado a alguna, o no he estado a la altura de las circunstancias o expectativas, mis más humildes disculpas.
9. ¿Queda por ahí escondido, que no olvidado, en algún rincón de tu mente, un reto deportivo que aún no das por perdido?
-No tengo ninguna aspiración deportiva, cada prueba para mí es una diversión, no me gusta competir. Tal vez me gustaría presentarme a alguna carrera-trail complicada, pero no es algo prioritario en mi vida presente.
10. ¿Te consideras una mujer de carácter?
-Soy una persona con un carácter bien definido: odio las injusticias, los malos modos, la falta de educación y el no saber estar... Suelo plantear mis desacuerdos de forma diplomática, no me gustan las falsedades y si todo ello me convierte en una persona con mucho carácter, pues que así sea.
11. Dice el conocido refrán que “de bien nacido es ser agradecido”. Por lo que de positivo hayan significado en tu vida, ya sea en el ámbito personal, profesional o deportivo, ¿a qué persona o personas estarás siempre agradecida?
-Mi más eterno agradecimiento es para mis padres. Por apoyarme siempre y en todo momento, por darme todo y más. También al padre de mis hijos, José, que me ayudó a hacer posible el sueño de ser madre y guardia civil. Sin ellos no sería lo que soy al día de hoy. Y a nivel profesional considero que tengo unos buenos mandos, destaco sobre todo el gran apoyo recibido por parte de Francisco Javier, mi cabo favorito.
12. Dicen que no todas las personas están capacitadas para ejercer tu profesión; que es una cuestión de vocación. ¿Qué opinas sobre ése particular?
-¡Evidentemente!... Y eso lo observé con mis propios ojos. He visto venirse abajo a personas licenciadas en mitad del curso académico de guardias por la presión de portar un arma, de disparar o de formar guardias nocturnas. No todo el mundo vale para este servicio, y además creo que sobre todo hay que sentirlo. Y el que ingrese en el Cuerpo por el salario o por un status lo lleva complicado. Con el tiempo se dará cuenta de su infelicidad y hará infelices a quienes le rodean.
13. Casi se me acaba la entrevista sin haberte preguntado por algo que ya es muy habitual, el significado de una palabra. En tu caso te pregunto por una frase completa: ¿Será cierto eso de que hay un gallego en la luna?
-¡Sí, si... estamos en todas partes! Lo bueno abunda, ¿no? Bromas aparte, en esta isla tan agradecida me he sentido como en casa, dicen que se llega llorando y se va llorando. Pues esta gallega cuando coja otro rumbo la echará mucho de menos…
14. Y con el año recién iniciado ¿qué acontecimientos del 2016 no te gustaría ver repetidos en el presente?
-Pienso que todas las vivencias pasadas nos enseñan de una forma productiva en el futuro, por lo que no me arrepiento de nada de lo que he hecho. Considero que cuando las hice fue por voluntad propia.
15. Finalizamos y te pedimos que contestes a una pregunta que aún está por hacer. Es decir, interrógate sobre lo que quieras y contéstate a ti mismo.
Pues mi pregunta y su respuesta serían:
¿Qué cambiarías de la realidad que te ha tocado vivir?
-Yo pienso que primero deberíamos ser conscientes de que cuando damos algo lo recibimos siempre multiplicado por dos. También creo que en un mundo como el nuestro, lleno de egoísmo y puros intereses, si fuéramos más altruistas en todos los ámbitos de nuestra vida, cultivaríamos para cosechar una realidad mejor. Y nos sentiríamos muchísimo mejor con nosotros mismos. Porque la gente en general no es consciente que se genera más satisfacción dando que recibiendo. Desde aquí os animo a que lo practiquéis. Y ya solo me queda agradecer a este gran club por todo el cariño, el apoyo y la alegría recibidos. Un placer para mí ser parte de él. Gracias.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------De sus palabras se desprende que Diana es una madre excepcional y una mujer enormemente agradecida, a pesar de no haberlo tenido nada fácil en su búsqueda por hallar un lugar en el mundo. Es mujer valiente y, sin embargo, también teme cuando anticipa el momento en que deba despedirse de una tierra que ya considera como muy suya. Que no sufra, porque sus lágrimas no caerán solas, ni esto es aún la despedida. Su lugar ya siempre estará aquí junto a sus trotadunas. Mientras tanto, y deseando que nunca llegue ése tan temido momento, sigamos disfrutando de su presencia y de su carácter especial que no admite dobleces. Porque en su persona se constata que la amabilidad y la dulzura de que hace gala no están reñidas con la forma en cómo deben decirse esas verdades que no siempre pueden sonar a gusto de todos. Nadie espere encontrar en ella a una mujer de medias tintas ni falsedades edulcoradas, destinadas a satisfacer al mundo de “lo políticamente correcto”, o con cierta tendencia a la uniformidad en el modo de decir lo que los demás quieren escuchar. No, esa no es su forma de actuar, y eso no va con ella. Alguien dijo alguna vez que el primer paso para triunfar como persona es saber lo que se quiere, el segundo tener el valor de decirlo y el tercero llenarse de fuerza y coraje para realizarlo. ¿Acaso, y sin saberlo, nos estarían definiendo a nuestra magnifica atleta? Sin embargo, dicen quienes la conocen bien que es lo suficientemente inteligente para defender sus ideas sin nunca llegar a la terquedad, y humilde para reconocer cuando alguien presenta alguna idea mejor que la suya. Creer que 2017 puede llegar a ser su gran año deportivo es algo de lo que tampoco nadie pone en duda. Primero, porque tiene talento a raudales, segundo, porque tiene ilusión para dar y regalar, y por último, porque en ése tercer vértice destinado a completar un triángulo equilátero perfecto, tiene detrás de sí a centenares de corazones latiendo al unísono: los de sus compañeros que vibrarán con cada una de sus hazañas o la apoyarán en cada uno de sus infortunios. Y aunque sus expectativas no se cumplan, Diana ya sabe que en éste club nunca nadie estará solo, que independientemente de mejores o peores resultados siempre seguirán respetándola y queriéndola. O que, sencillamente, nunca dejarán de seguir emocionándose cada vez que relean sus respuestas a esta entrevista que ya finaliza.
¡Gracias, Diana!
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1. Diana, bienvenida a tu espacio. Viendo lo que entrenas y corres actualmente, hay que ver las vueltas que puede dar la vida. Sobre todo si pensamos que hubo una época en que hacerlo no te hacía ni pizca de gracia. Háblanos del momento o del período en que sucedió en ti ese cambio de actitud y que fue lo que lo motivó.
-¡Hola, buenas a todos! Es cierto que ahora entreno más pero, y nuestro míster lo sabe bien, no todo lo que debería o todo lo que quisiera para afrontar mis aspiraciones deportivas. Éste más bien ha sido un año regular, sobre todo debido a problemas de salud. Pero, como sucede con todo en la vida, ya vendrán épocas mejores. Es cierto que en mis inicios, y no me avergüenza decirlo, yo odiaba el atletismo. De hecho me inicié más por necesidad que por cualquier otro motivo. Fue cuando tuve que pasar las pruebas físicas necesarias para la convocatoria al Ejército de Tierra, pruebas que por cierto después superé sin mayores dificultades. Ya en el Ejército nos obligaban a correr todos los días por la mañana, y ahí comencé a cogerle el gustillo, hasta tal punto que decidí competir a nivel militar. De no gustarme nada en mis principios, pasamos a otra época en la que disfrutaba entrenando, e inclusive llegué a obsesionarme con las competiciones…
2. Dicen que fue de tus contactos laborales con viejas glorias del Trotadunas donde surgió tu decisión final de afiliarte al club. Es cierto que algunos pueden llegar a ser muy persuasivos. Pero actualmente hay por ahí unos cuantos que se atribuyen la “paternidad” de lo sucedido. ¿En realidad quién fue el verdadero “culpable”, en el mejor de los sentidos, de que tú vistas nuestra camiseta?
-Considero que no existen “culpables”, como dices, sino más bien personas que a sabiendas de mi trayectoria deportiva, a nivel militar o particular, me informaron de la posibilidad de pertenecer a este gran Club. Sobre todo, debo agradecer de este hecho a Félix, el compañero que me fue persuadiendo hasta que tomé la decisión definitiva. Gracias a él estoy viviendo esta experiencia maravillosa, y que ojalá dure muchos años…
3. Y ya que hablamos del club, ¿qué es lo que aporta el Trotadunas a tú vida?
-Llevo, de este año de entrenamiento en el club, un gran logro personal, como es el conocer a tanta gente agradable, sana y dispuesta siempre a animarte. El club me aporta tardes de risas y superaciones. He hecho muy buenos amigos y no me gustaría destacar a uno más que otro, pero en particular quiero agradecerle a Raúl su apoyo y su amistad. ¡Es un tipo genial!
4. No sé si recuerdas con exactitud todas las carreras de campo a través que hiciste en el pasado, pero ¿nos podrías hablar de alguna anécdota divertida que no hayas podido olvidar?
-Quizás resaltaría una anécdota muy divertida, aunque entonces no me hizo mucha gracia. Fue de mi primer trofeo de campo a través como primera clasificada de féminas a nivel militar. Resulta que a la hora de la entrega de trofeos no pude recoger el mío porque mi brigada, hombre incrédulo que no confiaba en mis posibilidades reales, me dejó dando entrada a oficios, mientras otra compañera a escasos metros de mi oficina me hacía el favor de recoger mi galardón. En fin... ¡y como para reclamar! En primer tiempo de saludo y “a la orden”... (risas).
5. Tu hija mayor parece querer seguir tus pasos deportivos. ¿Qué recomendarías a todos los jóvenes que como ella prácticamente se están iniciando ahora en el atletismo o en cualquier otro deporte?
-Mi hija Gema, ¡uno de mis dos tesoros!.. Es innato en ella el atletismo, pues tuvo la oportunidad de elegir deporte y éste fue el que le llenó. Evidentemente dice mucho que su padre y su madre lleven media vida practicándolo, lo ha mamado desde niña. Pero bueno a ella le encanta y tiene cualidades para ello. Considero y recomiendo que el deporte que se practique se haga con verdadera pasión, y sin imposiciones, y esto lo deberían tener en cuenta los padres, sobre todo. Debe ser esa brisa de aire fresco que les aporte bienestar y satisfacción.
6. En estos momentos de tu vida, ¿qué es lo que te hace más feliz?
-Mi mayor dicha en esta vida son mis dos hijos, y nada me hace más feliz que su existencia y el hecho de poder compartir con ellos la dicha de la vida. Ser madre es lo que más me llena y lo más maravilloso que me ha pasado.
7. Hay quien afirma que para tomar decisiones trascendentales en determinados momentos de la vida hay que poseer un carácter muy especial. Otros, por el contrario, dicen que es cada nuevo reto que te pone la vida quien te ayuda a edificar tu fuerza y tu carácter. No sé con cuál de las dos estás de acuerdo, pero en tu caso ¿cuál fue la decisión más difícil que has tenido que tomar en tu vida?
-La decisión más dura, y que me ha exigido mayor sacrificio, fue tener que dejar durante seis meses a mi hija Gema, por aquél entonces con una edad de diez meses. Sucedió cuando tuve que ingresar en la academia de la Guardia Civil de Baeza (Jaén). Fue horrible, muy difícil sobrellevar el día a día sin poder verla. Solo la esperanza y la certeza de que lo hacía por nuestro bienestar futuro me permitieron resistir y superar ese momento tan difícil.
8. Hablando de la amistad, ¿has sido, para los demás, la amiga que te hubiera gustado tener?
-Me considero una persona muy empática, y me gusta tratar a las demás personas como me gustaría que me trataran a mí. Si en algún momento le he fallado a alguna, o no he estado a la altura de las circunstancias o expectativas, mis más humildes disculpas.
9. ¿Queda por ahí escondido, que no olvidado, en algún rincón de tu mente, un reto deportivo que aún no das por perdido?
-No tengo ninguna aspiración deportiva, cada prueba para mí es una diversión, no me gusta competir. Tal vez me gustaría presentarme a alguna carrera-trail complicada, pero no es algo prioritario en mi vida presente.
10. ¿Te consideras una mujer de carácter?
-Soy una persona con un carácter bien definido: odio las injusticias, los malos modos, la falta de educación y el no saber estar... Suelo plantear mis desacuerdos de forma diplomática, no me gustan las falsedades y si todo ello me convierte en una persona con mucho carácter, pues que así sea.
11. Dice el conocido refrán que “de bien nacido es ser agradecido”. Por lo que de positivo hayan significado en tu vida, ya sea en el ámbito personal, profesional o deportivo, ¿a qué persona o personas estarás siempre agradecida?
-Mi más eterno agradecimiento es para mis padres. Por apoyarme siempre y en todo momento, por darme todo y más. También al padre de mis hijos, José, que me ayudó a hacer posible el sueño de ser madre y guardia civil. Sin ellos no sería lo que soy al día de hoy. Y a nivel profesional considero que tengo unos buenos mandos, destaco sobre todo el gran apoyo recibido por parte de Francisco Javier, mi cabo favorito.
12. Dicen que no todas las personas están capacitadas para ejercer tu profesión; que es una cuestión de vocación. ¿Qué opinas sobre ése particular?
-¡Evidentemente!... Y eso lo observé con mis propios ojos. He visto venirse abajo a personas licenciadas en mitad del curso académico de guardias por la presión de portar un arma, de disparar o de formar guardias nocturnas. No todo el mundo vale para este servicio, y además creo que sobre todo hay que sentirlo. Y el que ingrese en el Cuerpo por el salario o por un status lo lleva complicado. Con el tiempo se dará cuenta de su infelicidad y hará infelices a quienes le rodean.
13. Casi se me acaba la entrevista sin haberte preguntado por algo que ya es muy habitual, el significado de una palabra. En tu caso te pregunto por una frase completa: ¿Será cierto eso de que hay un gallego en la luna?
-¡Sí, si... estamos en todas partes! Lo bueno abunda, ¿no? Bromas aparte, en esta isla tan agradecida me he sentido como en casa, dicen que se llega llorando y se va llorando. Pues esta gallega cuando coja otro rumbo la echará mucho de menos…
14. Y con el año recién iniciado ¿qué acontecimientos del 2016 no te gustaría ver repetidos en el presente?
-Pienso que todas las vivencias pasadas nos enseñan de una forma productiva en el futuro, por lo que no me arrepiento de nada de lo que he hecho. Considero que cuando las hice fue por voluntad propia.
15. Finalizamos y te pedimos que contestes a una pregunta que aún está por hacer. Es decir, interrógate sobre lo que quieras y contéstate a ti mismo.
Pues mi pregunta y su respuesta serían:
¿Qué cambiarías de la realidad que te ha tocado vivir?
-Yo pienso que primero deberíamos ser conscientes de que cuando damos algo lo recibimos siempre multiplicado por dos. También creo que en un mundo como el nuestro, lleno de egoísmo y puros intereses, si fuéramos más altruistas en todos los ámbitos de nuestra vida, cultivaríamos para cosechar una realidad mejor. Y nos sentiríamos muchísimo mejor con nosotros mismos. Porque la gente en general no es consciente que se genera más satisfacción dando que recibiendo. Desde aquí os animo a que lo practiquéis. Y ya solo me queda agradecer a este gran club por todo el cariño, el apoyo y la alegría recibidos. Un placer para mí ser parte de él. Gracias.
------------------------------------------------------------------------------------------------------------------De sus palabras se desprende que Diana es una madre excepcional y una mujer enormemente agradecida, a pesar de no haberlo tenido nada fácil en su búsqueda por hallar un lugar en el mundo. Es mujer valiente y, sin embargo, también teme cuando anticipa el momento en que deba despedirse de una tierra que ya considera como muy suya. Que no sufra, porque sus lágrimas no caerán solas, ni esto es aún la despedida. Su lugar ya siempre estará aquí junto a sus trotadunas. Mientras tanto, y deseando que nunca llegue ése tan temido momento, sigamos disfrutando de su presencia y de su carácter especial que no admite dobleces. Porque en su persona se constata que la amabilidad y la dulzura de que hace gala no están reñidas con la forma en cómo deben decirse esas verdades que no siempre pueden sonar a gusto de todos. Nadie espere encontrar en ella a una mujer de medias tintas ni falsedades edulcoradas, destinadas a satisfacer al mundo de “lo políticamente correcto”, o con cierta tendencia a la uniformidad en el modo de decir lo que los demás quieren escuchar. No, esa no es su forma de actuar, y eso no va con ella. Alguien dijo alguna vez que el primer paso para triunfar como persona es saber lo que se quiere, el segundo tener el valor de decirlo y el tercero llenarse de fuerza y coraje para realizarlo. ¿Acaso, y sin saberlo, nos estarían definiendo a nuestra magnifica atleta? Sin embargo, dicen quienes la conocen bien que es lo suficientemente inteligente para defender sus ideas sin nunca llegar a la terquedad, y humilde para reconocer cuando alguien presenta alguna idea mejor que la suya. Creer que 2017 puede llegar a ser su gran año deportivo es algo de lo que tampoco nadie pone en duda. Primero, porque tiene talento a raudales, segundo, porque tiene ilusión para dar y regalar, y por último, porque en ése tercer vértice destinado a completar un triángulo equilátero perfecto, tiene detrás de sí a centenares de corazones latiendo al unísono: los de sus compañeros que vibrarán con cada una de sus hazañas o la apoyarán en cada uno de sus infortunios. Y aunque sus expectativas no se cumplan, Diana ya sabe que en éste club nunca nadie estará solo, que independientemente de mejores o peores resultados siempre seguirán respetándola y queriéndola. O que, sencillamente, nunca dejarán de seguir emocionándose cada vez que relean sus respuestas a esta entrevista que ya finaliza.
¡Gracias, Diana!
